Lakers: Defensores del título, aspirantes y grandes favoritos a engordar su palmarés. Cuando quieren todos, o cuando quiere Kobe, juegan de memoria. Pocos cambios, el más relevante la aparición del díscolo Artest en el lugar del aprovechable Ariza. Se gana en intensidad y se pierde en equilibrio en pista. Artest puede ser pieza clave en la segunda fase a la hora de arañar puntos en momentos de "caraja" colectiva. La pretemporada ha regalado un buen puñado de minutos al querido Mbenga, y no ha permitido la resurrección de Morrison. Se espera que Bynum sacuda su desasosiego con tintes adolescentes y sume cosas positivas al grupo. Pau dará el barniz a una mesa con pocas rozaduras.
Suns: Los de Phoenix no serán cómplices de la última temporada en activo de Shaquille O´Neal, y les vendrá muy bien. Sin Shaq podrán recuperar un juego más alegre y del gusto de Steve Nash. Grant Hill ha bebido de la fuente de la eterna juventud y se ha olvidado de las lesiones que lastraron su carrera. Stoudamire quiere ser el que era y ha trabajado para ello. Richardson y Barbosa forman una más que aceptable combinación exterior, y el esloveno Dragic aprende rápido de Nash. No harán sombra a los Lakers, pero mejorarán.
Clippers: Dependerán y mucho de lo que pueda hacer su flamante número 1 del draft. Se espera que Blake Griffin lidere al "hermano pobre" de Los Angeles y saque del sopor a la mermada hinchada del Staples pintado de rojo. Es un equipo descompensado en sus líneas, con mucha gente en la zona exterior y poco recurso en la pintura. Camby hace lo que puede y Kaman a veces tiene bastante con pisar la cancha. Si Griffin, Eric Gordon y Baron Davis conectan, subirán un peldaño.
Golden State: Asumen con resignación los Warriors su condición de perdedor. La rebeldía se ha apoderado de un vestuario francamente prometedor. Stephen Jackson se saltó la cadena de mando desquitándose a gusto en verano con peticiones de traspaso. La buena sintonía que había conseguido Don Nelson empezó a agrietarse cuando Monta Ellis mintió al eludir su resposabilidad en la lesión que le mantuvo fuera tanto tiempo. El futuro se supedita a la buena salud mental de los jugadores y a poder agarrar un número apreciable de victorias.
Sacramento: Nada nuevo bajo el Sol californiano. La derrota será el sino del equipo un año más. Si Westphal es capaz de controlar las ansias anotadoras de Tyreke Evans, Kevin Martin y Francisco García, quizá haya un poquito de luz al final del túnel. Sergio Rodríguez tiene ante sí la oportunidad de demostrar que es algo más que relleno de banquillo NBA. El estilo del entrenador encaja con el buen hacer del "Chacho", que algo habrá aprendido más allá de la espalda de McMillan. Nocioni debería tener muchos minutos y protagonismo en este equipo. Ojo al israelí Casspi.