domingo, 31 de octubre de 2010

Previsiones (Southeast Division)

Sin duda la división más apretada de todo el Este, con el Big Three y dos bloques sólidos.

Heat: Wade, Lebron y Bosh. Tres talentos que unen sus voluntades para ganar el anillo que a James se le escapa y que estuvo siempre muy lejos del alcance de Bosh. Válidos escuderos al servicio de la causa como Ilgauskas, Miller o House y leales como Haslem, Anthony y Jones serán el verdadero termómetro del calor en Miami. Demostrado queda que tres estrellas solas ni hacen equipo ni ganan títulos. ¿Qué pasará con Chalmers?

Hawks: Atlanta este año será un poco menos de dominio absoluto de Joe Johnson, que cederá una parcela mayor a Horford. Sus aspiraciones pasan por la salud mental de Josh Smith y los buenos números de Marvin Williams y de Crawford refrescando el ambiente desde el banco. Sigo pensando que Bibby necesita un recambio, y ahí es por donde pueden venir gran parte de los problemas. Darán guerra por el primer puesto en la Southeast. Estrenan entrenador.

Magic: Equipo muy equilibrado que viene de hacer una buena pretemporada. Han apuntalado puestos clave y a poco que remen con el viento a favor podrían deja atrás a todos. Howard ha trabajado para mejorar sus rudimentos de ataque y parece a priori que todos tienen claro cuál es su papel. Redick tendrá que justificar el gran contrato firmado en verano.

Wizards: Juega en Washington el que será rookie del año. Wall concentrará más atención que la dirigida el año anterior a Tyreke. Es lo que tiene vestirse la camiseta del equipo de la ciudad capitalina. Se espera una temporada más plácida que la anterior, en cuanto a disgustos, en la que sin presión se podrá afianzar el proyecto de cara a la temporada que viene. Entonces tendríamos que ver el despegue definitivo.

Bobcats: Luchará con Wizards por no ser el último en la división. Paciencia. Eso es lo que se volverá a pedir al sufrido hincha. Wallace apurará sus opciones de all-star y Tyrus buscará la anotación como argumento contra los que dudan de su valía. Jackson tampoco se cansará de sumar puntos. Dicho ésto, no les será suficiente para ver de lejos la lucha encarnizada por el primer puesto.

jueves, 28 de octubre de 2010

Previsiones (Central Division)

Nivel ligeramente superior a la Atlantic Division pero muy lejano al de la aplastante Southeast. No hay Lebron en el que fijarse.
Cavs: Hay que sobreponerse a la marcha de Lebron, y será el momento para los que han vivido al abrigo del líder absoluto. La pretemporada ha servido para cambiar el chip de dependencia por otro que lleva el término "solidaridad". El colectivo deberá respaldar el año I sin King James. Que nadie espere una temporada all-star de Mo Williams.

Bulls: El cotizado asistente durante años de los Celtics Tom Thibodeau es el encargado de escribir en la pizarra las jugadas de los nuevos Bulls que se presentan sin su siempre útil Hinrich y con la mirada puesta en la segunda ronda de los playoffs. La experiencia de Boozer y el buen hacer de Rose, Deng y Noah hacen de Chicago un candidato claro a ganar la división.

Bucks: Pequeños ajustes en un roster que apuesta por la continuidad y la confianza en Skiles para dar un paso definitivo a la segunda ronda con mayores garantías. La diferencia la marcarán la salud de Bogut y la salida del banquillo de Maggette. Jennings tendrá que jugar para el equipo y es obligado que tanto Gooden como Ilyasova aumenten su frencuencia anotadora.

Pacers: Expectativas diversas según sea el que lo plantee. Collison contará con minutos suficientes para confirmar lo que empezó a enseñar el año pasado. Dunleavy, McRoberts y Hansbrough se repartirán un trozo del pastel que no puede, ni debe, comerse en soledad Granger. En los partidos previos al inicio de temporada se ha visto a un muy fortalecido mental y tácticamente Hibbert. Dejamos sus opciones en barbecho.

Pistons: Un no rotundo por respuesta a la pregunta de si se les podrá ver luchando por puesto en segunda ronda. Será una travesía por el desierto con oasis inexistente. La lesión del prometedor sueco Jerebko ha sido un auténtico mazazo. No se esperará demasiado a McGrady.

martes, 26 de octubre de 2010

Previsiones (Atlantic Division)


Un nivel más flojo que otras temporadas en una división en la que se tendrán que emplear a fondo para colocar a más de un equipo en playoff.

Celtics: El núcleo duro es un año más viejo y las oportunidades de arrebatar la supremacía a los Lakers con este bloque se agotan. Con buen criterio se ha decidido respaldar a Perkins con un peso pesado como Shaq (en su último servicio en la liga) y el otrora rutilante Jermaine O´Neal, aunque a veces el criterio no ve la ganancia en la pista. Por lo demás, vuelta a casa de Delonte West y el descubrimiento para el público NBA del turco Erden. Serán primeros en la división.

Raptors: Las miserias de Toronto no se van a aliviar fácilmente. Si la respuesta a las plegarias es el lituano Kleiza, que ni siquiera formó parte de la liga el año pasado, cuando se repase el roster hay por lo menos que fruncir el ceño . Bisoñez y una inútil lucha por minutos en el puesto de base son los aspectos destacados. Calderón no debe sumirse en la desesperación. Se busca con fruición al mejor Bargnani.

Sixers: Jugadores de clase, bregadores y talento a explotar. Iguodala será de nuevo, aunque muchos se empeñen en relegarle, la referencia. Brand puede haber superado sus achaques y ser importante. Nocioni tiene que encontrar la motivación para sentirse uno más y Hawes da un toque de vitalidad bajo los aros. Si alguien ve a Evan Turner debe decirle que ya está con los profesionales.

Knicks: Desgraciadamente para los fieles del Madison, Stoudemire no será el remedio para los males de una franquicia que no ha logrado convencer a Lebron para ser un "newyorker". Será difícil de asimilar para Amar´e la colección de derrotas que irán apareciendo. Felton, Fields, Chandler, Mason y Gallinari tendrán que eludir el egoísmo si no quieren echar al respetable de las gradas. El ruso Mozgov aspira a ser algo más que un toque exótico para la hinchada de origen ruso.

Nets: Está en duda la capacidad de este equipo para revertir la dinámica perdedora que arrastró todo el curso pasado. Brook Lopez y Devin Harris comparten un liderazgo que será compartido por los impulsos anotadores de Murphy y Morrow. La clave para ser más competitivos puede ser Farmar, acostumbrado a ganar y con ganas de correr. Hay cierta descompensación entre la línea exterior y la interior que difícilmente será corregible. No echarán de menos al chino Yi Jianlian.

lunes, 25 de octubre de 2010

El espejo griego

Los acontecimientos que tuvieron lugar en Grecia este fin de semana dan para unos minutos de reflexión. Una huelga efectiva en protesta por el silencio de la patronal ante una serie de reivindicaciones laborales ha masacrado la credibilidad de una liga en franca decadencia.

Las amenazas finalmente se cumplieron y una mayoría de jugadores griegos profesionales no se calzaron las zapatillas. Luego llegó la escenificación de la tremenda desunión que existe en el colectivo, sobre todo por parte de los que más cobran. Panathinaikos y Olimpiakos pagan muy bien y los nacionales de estos equipos decidieron que les era más rentable estar del lado del patrón que de sus compañeros. Respetable.

Una mezcla de extranjeros y amateurs poblaron las canchas pero la pantomima estalló con la actuación del presidente del sindicato de jugadores, Lazaros Papadopoulos. El fortachón pívot heleno se enfrentó a los "esquiroles" e incluso se dice que agredió a un policía. Tremendo. El caso es que se ha decretado una orden de busca y captura contra Lazaros, que se encuentra desaparecido. Por cierto que los que le buscan se pueden unir a los que todavía intentan encontrar desde hace años en Madrid al desnortado Papadopoulos.

Todo ésto viene muy bien cuando se habla de conflictos entre trabajadores y patronal, y el nivel de tensión y violencia que se puede generar. Ni que decir tiene que tenemos muy cerca el caos francés.

En la NBA el convenio colectivo tiene vigencia hasta el año que viene, y ya hay quien se apresura a decir que el "lock-out" está próximo. Las posturas de liga y jugadores se encuentran a años luz de posibilitar un acuerdo. Stern aboga por una reducción del treinta por ciento de los salarios para evitar la quiebra de las franquicias y nadie parece dispuesto a rebajarse un céntimo del sueldo ni a recortar prestaciones adquiridas a lo largo de unos fructíferos años.

Se sabe que Stern es un tipo duro de pelar, y de hecho se mantuvo firme hace diez años cuando los jugadores dieron el plantón. Tras meses de negociación y de aproximaciones se terminó disputando una descafeinada liga de cincuenta partidos. Pocos quieren que se repita lo sucedido.

El ejemplo griego es una piedra de toque. No imagino a ninguna estrella NBA zurrando a un policía precisamente sino que tengo la visión de una mansión, una piscina y una siesta sin fin. Sin embargo no se puede desdeñar el efecto negativo para la imagen de marca de la NBA y el desplome de una serie de contratos de temporeros y jugadores de pelaje menos llamativo. Al tiempo. Showtime.

sábado, 23 de octubre de 2010

Toronto sin Bosh


Muchos en Toronto siguen conteniendo la respiración después de la marcha de Chris Bosh en busca del anillo en el enésimo equipo de ensueño.

Cuando el principal baluarte abandona hay que encontrar respuestas en el bloque. Calderón es líder en pista a pesar de que se intente ver a Jack como el impulsor del ataque raptor. Las limitaciones de Jarret existen y no creo que haya dado ejemplos de liderazgo ni en Portland ni en Indiana. Otra cosa es que hablemos de un tipo de jugador más accesorio que anota y pasa. Entonces sí nos acercamos a su perfil.

Jose es querido por el público y está mejor que bien considerado en Toronto por lo que he podido comprobar en primera persona. Hace jugar, piensa y actúa. Es de los que sube el nivel de sus compañeros. Que le pregunten a Bosh quién le da el pase dónde y cómo le gusta. O al mismo Bargnani, que entre caraja y caraja ha mejorado sus prestaciones hasta casi colocarse en la línea all-star.

El escenario ahora es diferente. La figura de un nunca comprometido Turkoglu se cambia por un renacido Kleiza. Al lituano el paso por Europa y el Mundial le han fortalecido mentalmente y se ve como la primera opción de ataque. Cierto es que en su anterior etapa no fue un jugador oscuro, pero en este momento cuenta con mejor conexión cerebro-manos.

Por lo demás, y fuera de la pelea por el puesto de base, la cosa ofrece sus dudas. En esta pretemporada se ha querido repartir muy equitativamente el pastel de los minutos en pista, aunque sería extraño que Barbosa no gozase de la condición de titular. El saltarín DeRozan está entrando en el cinco en detrimento del bueno de Leandrinho.

Julian Wright tendrá su última oportunidad para ser chico del calendario entre los fans. Apuntaba a estrella y de momento es un mero relleno de banquillo y su tiempo de agota.

Es en la zona donde la salsa es más espesa. Bargnani debe dar otro paso al frente y espera ser escoltado por el fornido e impulsivo Evans, tan buen bregador como poco mordedor en ataque. Un toque de clase se verá saliendo presumiblemente del banco. David Andersen es mejor que la mayoría de "cincos" que pueblan la NBA sin verdadero nivel, y tiene que vivir con la etiqueta de pívot blanco, lo que se traduce en trabajo sin brillo.

Pocas opciones de entrar en play-off. Si todos reman en la misma dirección y Kleiza y DeRozan son sólidos, quizá puedan ver de reojo el octavo puesto.

miércoles, 13 de octubre de 2010

Kobe y el trash-talk

Tierras lejanas, inicio de pretemporada, falta de forma y relajación. Con todos estos elementos se presentó un poco retocado ganador de la NBA.

La motivación viene por la cantidad de miradas y la responsabilidad de llevar el nombre asociado de "campeón del mundo". Aunque esta consideración se establece por aquellos lares de manera unilateral, es cierto que admite poca duda. Nadie fuera de la exigente liga puede contrarrestar el alto nivel de los Lakers. Salvo un equipo de la calidad del Barça en circunstancias como las planteadas.

El arranque de la temporada es bastante liviano en sus primeras semanas, con entrenamientos para recuperar el tono que en muchos casos siguen al partido de estreno. El ejemplo es que el calendario ofrece hasta 12 partidos diarios tras solamente una semana de entrenos.

Sin más que una mirada de soslayo a las pesas, los chicos de Phil Jackson cumplen con el trámite impuesto por Stern de pasearse por puntos clave del mercado NBA fuera de los Estados Unidos. La presencia de Pau en Los Angeles obliga a rescatar el pasado de Gasol para elegir contendiente. Otros viajarán todavía más lejos para enseñar las bondades de un baloncesto con posibilidad (y necesidad) de crecimiento.

Los jugadores del Barça rinden a las mil maravillas y obligan a Kobe a esforzarse más de lo inicialmente previsto. Aquí el compromiso de Pau está fuera de toda duda.

Y tenemos que introducir un elemento importante en el juego sucio NBA. El "trash-talk" se espolvoreó hace años y gente de distinto pelaje y calidad se encargó de hacerlo suyo. Distracción, cabreo y opción de descentrar. Con estas premisas la eficacia del lenguaje basura se expande como una plaga. También crece como recurso en la defensa de un jugador en mejor forma. Este es el caso que nos ocupa.

Kobe se ve sorprendido por el nivel de juego de un desconocido para él Pete Mickeal. Un tipo que, con aspiraciones justificadas de ser NBA, se queda fuera de la fiesta. Dallas le invita a participar después de seleccionarle en el draft hace diez años, pero rompe la tarjeta. Sueños rotos y a buscarse la vida.

La maleta de Mickeal guarda enseguida uniformes de equipos de ligas menores y a lucir pegatinas de distintos países. El pasaporte de Pete se sella en lugares tan insólitos como Filipinas.

Su talento anotador le hace aterrizar en Lugo, donde se convierte en ídolo. Pocos alicientes en un equipo acostumbrado a la derrota y acepta un nuevo rol, el que le ofrecen en Vitoria. Chaval, tendrás que mirar menos a canasta y ser uno más. Anotarás cuando haga falta. Firma y se recicla.

Mickeal encaja a la percepción y sus pasos siguientes le llevan a Barcelona. El trabajo le recompensa con un papel importante en el mejor equipo europeo del momento.

Con poco que demostrar tiene que aguantar las "sobradas" de Kobe, se pica y gana. Después de sufrir, sudar y machacarse durante años no acepta la palmadita en la espalda de Bryant, y por eso el desafío es algo más que una victoria. Una reivindicación para alguien que soñó con ser uno más en la NBA.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Lebron: Un problema de racismo o publicitario

Ser sectario va aparejado a un extremismo incomprendido salvo para el que asiente el discurso. El racismo es un hecho no superado, comprendido pero no asumido en una parte de la sociedad anclada en unas ideas tan caducas como el colonialismo.

Cuando es un dirigente político el que encabeza este tipo de historia, el asunto se hace enorme y se nos cubre de información más o menos interesada. ¿Y qué pasa cuando es un deportista de élite el que asoma el pie por detrás de la puerta?

Se supone que la sociedad entiende que la opinión del deportista se ciñe a los cuatro tópicos de la rueda de prensa posterior al entrenamiento o al partido. Pocos son los considerados por su ágil verbo o su capacidad de análisis. Muchas veces no se quiere ver que hoy en día el espejo para las generaciones más jóvenes son los que visten un determinado calzado o lucen aquellas ropas atractivas. Su valoración puntual de temas de calado se convierte en referencia por falta de costumbre.

Lebron James se pone delante de un micrófono deja entrever que su huída al sur, a Miami, obedece a criterios no sólo deportivos y que tanto las críticas como la falta de popularidad sobrevenida con su decisión tienen ciertos matices "raciales".

Claro, ésto lo dice en horario de máxima audiencia y las alarmas se encienden. Es difícil meterse dentro de la masa gris de Lebron, pero si de verdad lo piensa, creo que no ha calculado la dimensión de sus palabras.

En un mundo lleno de mentiras, de trucos publicitarias y estrategias de mercado de dudosa calificación moral, una argumentación así cae a plomo. Quizá la ausencia de focos durante unas semanas haya magnificado las ideas en el interior de la cabeza de James, y aunque no se tengan demasiado en cuenta sí merecen una reflexión.

¿Con qué objeto alguien que está acostumbrado a vender su talento, sus pies, sus manos y hasta sus sueños realiza una declaración de este calado? Entre todos se debe luchar para que los pensamientos rancios, antiguos e inhumanos como el racismo queden en el destierro, pero pongo en duda que Lebron quiera ser el abanderado de la causa. O quizá sí. Si es así, tendría que dar más recorrido a sus palabras.