El caso Odom no se resolverá de forma inmediata. De las declaraciones de unos y de otros se desprende el interés de Lamar en permanecer en el defensor del título. Tras la supuesta metedura de pata de su agente, ahora toca hacer "ojitos" para un feliz retorno. Si falla la pose, le esperan en Dallas y Miami con los brazos abiertos, un jugoso cheque y un refresco de mango en la mano.
Ante la falta de nombres de auténtica primera línea en liza, la expectación la viene a generar una familia de ricos griegos con un montón de billetes verdes. Después de "tocar" a Nate Robinson, Olympiakos ahora parece que desvía su interés hacia Linas Kleiza. Verdad o no, el nombre del equipo griego suena en los Estados Unidos y extiende entre los jugadores de perfil medio-bajo la imagen de una oportunidad de hacerse con un buen montón de dinero ejerciendo de estrella en Europa.
Pero también el mercado se mueve para los entrenadores. Después de un par de proyectos NBA fallidos, Eric Musselman ha aceptado la propuesta que le llega desde Rusia. De la experiencia europea se pueden sacar enriquecedoras enseñanzas. Seguro que le resultará extraño al buen hombre el recibimiento que se dispensa en ciertas canchas griegas y serbias. Eric, no todo es el olor a alitas de pollo, cheerleaders y los polvos de talco lanzados por Lebron James.
Y mientras los agentes libres buscan su futuro estos días en las ligas de verano, emisarios enviados en misión de reconocimiento con precontratos tipo, intentan cazar las mejores piezas de unos campeonatos que según la tipología del jugador son vistos como partidos de pretemporada, de vuelta a la actividad, de buscavidas o salvavidas.