viernes, 18 de septiembre de 2009

A casa

Una selección con un curriculum inmaculado en este Eurobasket y otra que albergaba serias dudas con unos inicios más que titubeantes. Francia y España. La gran aspirante y la campeona del mundo. Dos conceptos distintos del juego. El músculo contra la garra.
Francia se presentaba en el campeonato bajo el mando de Tony Parker, rodeado de hasta cinco jugadores con contrato NBA.

De Parker todo está escrito. Jugador de gran clase, guía infatigable y letal en ataque. Decidió unirse una vez más a sus jóvenes compañeros para intentar sacar a flote a una selección que lleva mucho tiempo navegando a la deriva. Algo falló ayer. Nadie le lanzó el chaleco salvavidas mientras se ahogaba. El bueno de Tony se estrelló de inicio contra una implacable defensa que no le permitió pensar. Si Tony falla, arrastra a los demás.

Mucho se habla de la extraordinaria capacidad de Boris Diaw para jugar en varias posiciones, de su versatilidad. No pongo en duda esa flexibilidad de la que hace gala, sino que quiero remarcar una carencia. Diaw es bueno en casi todo pero no es un líder. Ya se demostró en anteriores compromisos a los que no acudió Parker, y en los que no supo dotar a su equipo de ese plus.

Turiaf fue un excelente jugador en la universidad de Gonzaga. Ágil en la transición, rápido en los movimientos y bregador. Son todas ellas condiciones que le hacen un buen complemento de banquillo, hombre de refresco para la zona interior. Sin embargo, cuanta más responsabilidad recae sobre sus hombros menos resolutivo es. Queda constancia en su temporada con los Warriors, decepcionados por el escaso brillo de su luchador con galones. En tierra seca no es buen obrero. Sólo con trabajo individual no hay cosecha.

Batum es muy joven y se nota. Elástico, atlético y con un tiro incisivo por momentos, está lejos de una regularidad que haga patente su condición de estrella en el país galo. Será el futuro líder de este equipo si el tren NBA no le arrolla. Tendrá que luchar por un puesto en Portland con un Rudy que le ha superado en la cancha.

Ian Mahinmi es otro caso más de tipo francés alto que prueba fortuna en la gran liga. Sigue los pasos de Jerome Moiso o Johan Petro, que pasan o han pasado sin pena no gloria por las canchas NBA. Mahinmi no ha pisado casi el parquet esa temporada y el Eurobasket no ha sido una excepción.

Los cinco NBA franceses dependen demasiado del estado físico y mental de uno de ellos. Sin Tony Parker a su mejor nivel, Francia se queda fuera después de un intachable Europeo. También hay que decir no obstante que enfrente tuvieron a la mejor España, que manojó a los galos a su antojo.

A la hora de escribir estas líneas griegos u turcos ultiman las estrategias para ser los rivales en el cruce de semifinales contra los españoles.

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