martes, 16 de diciembre de 2008

Huida hacia adelante

La mala cosecha de triunfos ha provocado el temor al ridículo en Sacramento, y el principal responsable ya ha sido señalado y ejecutado. Habría que pensarse más de un instante cuáles eran los verdaderos objetivos marcados para Reggie Theus esta temporada. Con una plantilla en la que el principal valor era la juventud, no creo que el playoff se hallase escrito en la agenda de nadie en la franquicia. Aquejados además de unas inoportunas lesiones, el proyecto seguía su andadura con muchas sombras y alguna que otra chispeante luz. Uno puede asistir con cierto estupor a unas decisiones con menos eficacia que las inversiones de los clientes de Madoff, y descubrir cómo una valiente apuesta es reemplazada por una cuestionable solución.
Theus fue un excelente jugador cuyo único punto negro fue la hostilidad que le demostró Jordan, motivada eso sí por factores extradeportivos. Aseado en la pista e ilustrativo en su faceta como comentarista, su ansiada oportunidad como técnico NBA le había llegado en el equipo que una vez fue el suyo, enfundado en una vestimenta azul celeste, y justo en la época en la que el que escribe dio sus primeros pasos como fan casi enloquecido de este invento.

Seis victorias en veinticuatro partidos no es un bagaje digno de un excesivo elogio, pero dadas las circunstancias era de esperar su mejoría. Habría un punto de inflexión en esta dinámica perdedora. La máquina todavía necesitaba un retoque y las piezas de recambio se iban acoplando.

En el debe de Theus se engrosa la poca experiencia contraída en el banquillo, al igual que un carácter poco dado a la estridencia. Los entrenadores novatos son mirados con mayor detalle, y son muchas las voces discordantes que surgen del subsuelo cuando el asunto no empieza bien. Realmente es un factor a estudiar el hecho de que se otorgue de una responsabilidad tan importante a gente en la que no se confía, a los actos comentados que remito. Si piensas que es la persona idónea, dále un poco más de margen.

El traje y la corbata han pasado a manos de Kenny Natt, con una trayectoria menos gloriosa como jugador y con unas cuantas libretas rellenadas como segundo entrenador. Dudo de que Natt tenga la receta que realce el sabor de los Kings, aunque imagino que se le concederá un plazo razonable como interino.

En este momento se plantean dos opciones, o se salva la temporada intentando contentar a la parroquia, o directamente se buscan las opciones de entrar en un número alto en la lotería del draft del año que viene. Muchos podrán fruncir el ceño, pero los cambios de entrenador siempre se producen en una situación que se considera insostenible.

No creo que Súper Ratón esté disponible para reflotar el barco, y la valoración de Theus se me antoja injusta con tan corto periodo de tiempo para tomar en consideración su labor. Veremos a los Kings peleando por el próximo número 1. Al tiempo.

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