jueves, 19 de marzo de 2009

Coste de oportunidad

Pocos pueden sentarse en sus butacas a disfrutar de una buena temporada en Washington. Después de la enésima lesión de Gilbert Arenas, ni las almas más insidiosas podían soñar con un rendimiento tan lamentable de los que debían tirar del carro. Se esperaba bastante más del buen hacer de dos all-star como Caron Butler y Antawn Jamison. En el caso de Butler se demuestra que su presencia en el fin de semana de las estrellas supuso un premio inmerecido para un jugador que no cuenta con ese plus necesario para asomar su cabeza por encima del resto.
Jamison comprobó con la lesión de su amigo Arenas como el castillo de naipes perfecto que había imaginado en su cabeza se desmoronaba. Había renunciado a cohabitar en un escenario de contendientes al título para aportar su veteranía a un proyecto cimentado en el valor de tres. En el momento en el que una de las patas de la mesa se resquebrajó, el resto no ha sido capaz de levantar el vuelo.

Se ha comprobado que el inmovilismo a veces resulta contraproducente. Nadie en la franquicia ha aprovechado la oportunidad que se lo ponía delante de las narices. El joven Nick Young había despertado muchas expectativas el curso pasado, pero este año se ha visto inmerso en la tónica gris general.

Es muy duro asumir que se tira toda la temporada por la borda incluso antes de que empiece. Tampoco es digerible que los dirigentes hayan permanecido inmóviles a las ventajas que el mercado les podía proporcionar. El resultado es un equipo triste, sin rumbo, que solamente supera a otro equipo que ha cambiado su cara por completo de cara a un futuro incierto como los Kings de Sacramento.

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