viernes, 23 de noviembre de 2012

Flopping


"Cualquier acto físico que ha provocado que los árbitros le piten una falta a un rival". Una definición que no por novedosa evitará perseguir el subconsciente de ciertos jugadores que acostumbran a exagerar impactos o contactos para generar un engaño favorable en forma de falta. Gestos que ya han rebosado el límite de paciencia de una liga que apuesta de forma decidida por el "fair play" y la camaradería en pista. Ya se encargó de frenar con técnicas el ansia de protesta de los jugadores tras la señalización de falta, y ahora se da un paso más allá.

El uso de las nuevas tecnologías permite rearbitrar el partido en aspectos concretos. Un ejemplo y un espejo en el que se podrían mirar otros deportes, que a pesar de moverse en la modernidad mediática, todavía manejan esquemas rudimentarios de gestión del producto. Si los partidos y las ligas se comercializan, la pregunta es sencilla ¿Por qué no se cuida el producto de la mejor forma posible? ¿Por qué se siguen consintiendo polémicas innecesarias de dan abrigo a innumerables tertulias en las que la saliva sustituye a una corrección temprana? Por miedo. No sé muy bien a qué, pero por miedo. A lo nuevo, a la dependencia de un sistema que quita poder a los jueces, a la retirada de privilegios quizá. Lo mismo interesa prorrogar las decisiones controvertidas una vez finalizado el encuentro con el objeto de hacer estallar la vena del aficionado. Para que entre al trapo, para que se manifieste y la rueda siga girando.

Reggie Evans tiene el dudoso honor de ser el primer castigado por "flopping". Un tipo duro, veterano en la liga, acostumbrado a bregar bajo canasta y con reputación destacada a la hora de sacar de sus casillas al contrario. A la advertencia por una primera infracción le sigue una multa, que no es muy fuerte en lo económico pero sí en su relevancia. Su nombre aparecerá ligado para siempre a esta sanción.
Preocupaba a las cabezas pensantes de la NBA la proliferación del "flopping", y alguno que otro se apresuró a apuntar a la creciente presencia de jugadores europeos, supuestamente expertos en recurrir a falsear la gravedad del contacto. Pero el primero en estrenarse no tiene origen balcánico, ni nació en Sant Boi de Llobregat.

lunes, 19 de noviembre de 2012

Los Knicks renacen


En los últimos años el paquete turístico de New York podía incluir una visita al emblemático Madison Square Garden. Para los fanáticos del baloncesto suponía un momento especial al cruzar pasillos impregnados de historia, llenos de fotos en blanco y negro con nombres ilustres. Un colorido tour completado con una parada en los vestuarios, auditorios y finalmente en la grada. En la salida, la foto junto al panel. Y ya. Quizá por la tarde los Knicks jugarían en casa y se conseguiría una entrada a un precio razonable. Interesante por supuesto ver un partido de la NBA, aunque sin demasiada emoción en cuanto a la competitividad del equipo local. El hecho convertido en tradición parece que cambia.
Los años oscuros han dado paso a un arranque de temporada encomiable. Siete victorias y una derrota peleada ante la otra franquicia con comienzo de ensueño, Memphis. Números que hacen levantar la ceja a los seguidores neoyorkinos, que sin tener estadísticas ni datos, con seguridad han sufrido una pérdida en un número estimable al convertirse los Nets en vecinos de Brooklyn.
Extrañaba en cierta medida la polìtica de fichajes de esta temporada, premiando la veteranía sobre la bisoñez. Significativo que Prigioni debute en la liga cuando en el horizonte está bastante más cerca la retirada que sus mejores años. Woodson convenció a Rasheed Wallace para que apartase de su rutina los partidos contra aficionados y se sumase a los profesionales tras dos años de jubilación dorada. Se había especulado en este tiempo con su inminente retorno, pero nada se concretó. El impacto de Wallace en el esquema de juego es evidente, no notándose apenas la inactividad. Le acompañan en labores interiores los veteranísimos Camby y Kurt Thomas, que se complementan a la perfección en estas lides con Chandler. Se puede afirmar sin duda que se trata de la fuerza interior más potente de la NBA. Experiencia, talento y conocimiento del juego, los tres factores que aporta también Prigioni desde el puesto de base.
Kidd abandonó a Cuban y sus Mavericks para unirse a un proyecto incierto en Manhattan. La práctica en este inicio de curso demuestra la casi perfecta simbiosis con Felton en ese puesto de 1-2.
Brewer siempre suma, bajando en trasero en defensa y estirando músculo en ataque. JR Smith juega seguramente el baloncesto más inteligente de su carrera con los grandes. Y nos queda Carmelo.
Al bueno de Anthony las Olimpiadas le han sentado muy bien. No sólo por contar con una medalla de oro de la que poder presumir, sino por el paso adelante que dio en un equipo en el que no estaba nominado como primer espada. Una eficacia en el tiro que rompíó partidos sirvió para relanzar su posición en un vestuario donde había que demostrar muchas cosas. Quizá hasta se dio cuenta de que a veces hay que ceder en beneficio del colectivo. 
Ahora se plantea una problemática que tendrá que resolver Woodson: la inclusión de Stoudemire en un quinteto que funciona bien engrasado. Será entonces cuando se verá si la química realmente funciona y si Amar´e es una ventaja o una china en el camino. Y si los Knicks pueden aspirar realmente a algo.

miércoles, 14 de noviembre de 2012

D ´Antoni el elegido


La especulación dejó paso por fin a la realidad. Muchos habrían apostado dinero a que Phil Jackson iba a recuperar su viejo sillón especial para dirigir desde el banquillo a sus queridos Lakers. Tan claro se veía que ya se comenzaba a redireccionar el viejo mensaje y los conceptos del ataque ideado por Tex Winter a una renovada plantilla aspirante a todo.
Eran pocos los que creían que D´Antoni realmente tenía alguna opción, y que no se trataba de un candidato de quita y pon a conveniencia del consumo mediático.
 Las horas que sucedieron a la destitución de Mike Brown se manejaron con una puesta en escena discretísima por parte de Jim Buss. Si es cierto que Jackson pedía plenos poderes es algo que se quedará en la famosa reunión, salvo que aparezcan grabaciones del encuentro. El "maestro zen" niega haber solicitado facultades especiales en la gestión más allá de la gestión del vestuario. Poco importa ya. La decisión se tomó al margen de lo que la prensa especializada había vaticinado.
Mike D´Antoni llega tras una errática etapa al frente de los Knicks, con más sombras que luces. Se espera que recupere el vigor mostrado en Phoenix, donde precisamente Nash se convirtió en sus ojos en pista. Uno de los principales avales, sino el único a estas alturas, es la presencia del canadiense y la facilidad que conllevaría la reconversión del difuso ataque en algo más digerible.
El juego de D´Antoni requiere piernas frescas y mente libre. Se comparte un efecto solidario con el balón, que distribuiría Nash. Ahí es donde los críticos de la elección respiran con dificultad. Kobe, Pau y Howard compartiendo tiros. No habrá equidad, básicamente porque los tres no podrán hacer más de una veintena de lanzamientos a canasta, salvo locura colectiva resumida en una pizarra con tachones. Y me refiero a esos tres sin contar con World Peace o Jamison, o el resto de acompañantes que aspiren a jugarse más de 8 tiros por choque.
La cabeza de la otrora estrella del Tracer de Milán tiene que echar humo con las combinaciones posibles de sus clásicas jugadas, retocadas en base a una nutrida colección de nombres.

sábado, 10 de noviembre de 2012

¿Qué pasó con Mike Brown?

Tenemos un finiquito por firmar y un puñado de preguntas, tantas como el aire se pueda llevar. Una decepcionante fase de preparación y una pequeña pero apabullante colección de derrotas hicieron el resto. ¿Son suficientes cuatro partidos perdidos de cinco disputados para buscar el cambio de entrenador? Es la cuestión que más pesa ahora, la duda que salpica los muros del entramado laker, arañado con dolor por los aficionados temerosos de perder de nuevo el barco.
El que Mike Brown fuese capaz de reconducir el penoso comienzo es algo que ya queda atrás. Se sabía que se contaba con un coach experto en armar el equipo desde la defensa, un especialista en este apartado. En Cleveland consiguió grandes éxitos con Lebron a la cabeza pero con jugadores de menor rango, capaces de aceptar sus roles, el liderazgo indiscutible de King James, y la ventaja que da en muchos aspectos el ser el tipo de la derecha de la foto.
Con la nueva configuración, la llegada de Howard, Nash y en menor medida Jamison, el espectro ofensivo se antojaba complicado. Se optó por introducir la "Princeton Offense", con mucha circulación, mucho pase y solidaridad en ataque. ¿Todos dispuestos a aceptar? Sí, pero con matices.
Al renovado estilo le empezaron a salir detractores como las setas al campo lluvioso. Hasta Magic abogaba en menos de 140 caracteres por una rectificación en beneficio del talento de Nash...para qué le habían traído entonces se preguntaría fuera del "tuit". Su gestión de los casi campeones Cavs fue aval suficiente, y lo seguirá siendo en próximas incursiones como técnico jefe a pesar de su mediocre papel al frente del equipo angelino. La vida es así. Volverá a entrar en las quinielas a aspirante a uno de los jugosos banquillos de la NBA, de eso no hay duda.
Y ahora toca hacer caso a la rumorología, sabiamente dispersa entre el mundo on y off line. Se va poniendo la chaqueta laker a D´Antoni por el hecho de estar conectado al juego de Nash. Aislará la ofensiva de Carril y le entregará el balón al canadiense para que lo reparta convenientemente entre el resto, sin que Kobe se enfade. Eso si le toca al bueno de Mike, desterrado de la Gran Manzana por Carmelo.
La perla mediática la encontramos en la enésima búsqueda de Phil Jackson, sonriendo desde su atalaya y esperando acontecimientos. Esta situación tampoco le viene mal. Volver como rescatador al servicio de un roster que poco le podrá reprochar, y que tendrá que bajar la mirada ante la avalancha de críticos que les respiran en el cogote.
Nombres hay muchos. Esperemos a conocer la identidad del escogido.

lunes, 29 de octubre de 2012

El líder que nunca lo fue


Mucho se debate en las últimas horas acerca del gran traspaso que ha echado algo de picante en la previa del arranque de la nueva temporada NBA. El sexto hombre de los aspirantes a todo, Oklahoma City Thunder, deja la franquicia que le vio crecer como jugador profesional en busca de una cuenta corriente más abultada. A primera vista puede parecer así, ya que los renovadísimos Rockets poco pueden ofrecer en el aspecto competitivo en relación a un equipo con trazas de ganador.

James Harden entra dentro del espectro de jugadores de nivel superior de la liga, pero su rendimiento en el momento más caliente de la temporada pasada hizo saltar una pequeña alarma. Anotador infatigable saliendo del banquillo, asumió un rol como falso sexto hombre al estilo de Jason Terry en los Mavericks, con un buen puñado de minutos por partido.
En Oklahoma estaban a la espera de tomar decisiones sobre un gran problema: la suma de egos y de contratos altos. Complicado mantener en el mismo roster por mucho tiempo a Durant, Westbrook, Harden e Ibaka. Contratos que pesan junto al de Perkins. Elección complicada que marcaría el devenir de un equipo que ido madurando en lo exquisito hasta convertirse en contendiente al título. Y le ha tocado a Harden. Más bien porque él no estaba dispuesto a aceptar el cheque ofrecido por el GM Sam Presti. Creía merecer más y en otro lugar más cálido se lo pondrán con pluma negra.
Esto es así. Si los números no cuadran, se deshacen alianzas.

Una jugada interesante no obstante al medio plazo. Acompañan a Kevin Martin desde Houston dos primeras rondas y otro jugador de perímetro que tiene que demostrar sus prestaciones como Jeremy Lamb. Con Harden viajan a Texas un pívot recuperado para la competición como Aldrich, el poco utilizado Hayward y un respetable Daequan Cook.
En el análisis no se puede obviar la otra parte. Martin fue el principal foco del ataque durante varias temporadas en Sacramento primero y en Houston después. Campañas con excelso promedio anotador pero con escasa eficacia de cara a la clasificación. En ninguna temporada sus equipos lograron alcanzar los playoff. Sostiene una más que aceptable hoja de servicios, con progresos anotadores evidentes. Lo que debe demostrar es que puede acoplarse como pieza de ajuste siendo tercera o cuarta mano, y si está dispuesto a ceder galones sin contemplaciones.
A Harden le aguarda el adormecido efecto Linsanity, con una complicada pretemporada, muchas sombras y poca claridad en el hasta hace poco elemento de discordia en NY. Peleará con Lin por el liderazgo en Houston. Lejos del abrazo de Durant y Westbrook, Harden cuenta ya con un espacio abierto en el que recrearse. Lo de Lin está por aclarar. La capacidad de mando es una faceta por descubrir, y elemento clave para dar por válida la apuesta de los Rockets.
Harden y Martin nunca fueron líderes. Los dos por motivos distintos. Uno podrá serlo. El otro ya no.

martes, 23 de octubre de 2012

El ajuste de los Lakers


A 22 de octubre hay muchas piezas en la maquinaria "laker" que deben ser revisadas y puestas a punto. Cierto que la baja de Dwight Howard ha mermado las opciones de preparación en estas semanas, pero la evidencia mostraba un mayor dominio del roster. Al menos a priori.
Todavía está por ver el grado de madurez mental de Kobe para relajar su instinto asesino, tan favorecedor como desesperante por momentos. Un instinto que debe ser modulado por Nash, acostumbrado a bregar en peores circunstancias, con muñecas de peor eficacia. Su hoja de servicios habla por sí sola, y su experiencia da algún que otro sopapo a los críticos.
Un equipo que cuenta con un quinteto envidiable, y con Jamison saliendo del banquillo no es candidato a ser sospechoso. La oscuridad en todo caso puede ir cubriendo a Mike Brown tal y como le sucedión a Spoelstra a los mandos del Lebron-Wade-Bosh team. Es aquí donde la gestión del vestuario cobra la mayor importancia, y donde Brown se jugará gran parte de su prestigio. Los roles y los egos pueden sufrir unas buenas sacudidas, y pocos creo que están dispuestos a convertirse en e objetivo de las lupas, menos a su edad. Ni Kobe, ni Pau, ni Nash, ni tampoco Howard. Pero todos querrán su trocito de un pastel goloso.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Reapertura de sesión

Un nuevo color, un nuevo comienzo. Los Nets cruzan la orilla del Hudson para establecerse en la poblada área de Brooklyn en busca de un vigor que su generoso propietario está dispuesto a darles. Al menos este verano no le ha temblado el pulso al autorizar un vaciado de cuentas para hacer de su quinteto titular una colección de envidiados en la liga. La presentación del pabellón de la reconvertida franquicia generó gran expectación, del mismo modo que la ansiada fotografía de los uniformes de los chicos de Prokhorov. Con unas expectativas altas, se presume que pelearán por algo más que amasar victorias. Lo del título como alguna se apresura a apuntar, creo que queda algo lejos, de momento.
La temporada de los Brooklyn Nets será uno de los atractivos de la temporada, pero dista mucho de alcanzar las cotas de pasión mediática de los Lakers, aspirantes a todo. Su peor enemigo serán ellos mismos, como sucedió con los Heat de Lebron, Wade y Bosh. Sólo su vértigo interno evitará que logren el campeonato. Nash tendrá que hacer valer su sabiduría en cancha y los galones gastados en temporadas de ensueño para canalizar todo el potencial ofensivo y los egos que cruzarán la cancha. El equilibrio que Mike Brown deberá encontrar se puede reducir a una palabra: solidaridad.
En análisis posteriores iremos viendo la configuración de los equipos y sus posibilidades. Que sirva para abrir boca...